Cuando escuchas “Navidad”, de seguro piensas en una escena que parece sacada de una película: nieve cayendo, casas decoradas con rojo y verde, un Santa Claus con renos voladores, y villancicos como Jingle Bells de fondo. Pero, seamos sinceros, eso no tiene nada que ver con nosotros. ¡Aquí la Navidad no es un cuadro frío y silencioso, es una explosión de alegría, música y sabor! Nuestra Navidad no necesita nieve falsa ni renos voladores. Tenemos algo mejor: una celebración llena de vida, comida deliciosa y esa energía que solo los ecuatorianos sabemos ponerles a las fiestas. ¡Es hora de que esta Navidad conectes a tu manera y le digas adiós a las tradiciones prestadas!
Navidad Ecuatoriana: más color, más ruido, más todo
Aceptémoslo, la Navidad en Ecuador es todo lo contrario a las típicas fiestas que vemos en postales y películas. Aquí celebramos con todo lo que tenemos, porque así somos: cálidos, apasionados y expresivos.
Para empezar, nuestras fiestas no se viven en silencio ni con una playlist monótona. Nuestra música navideña está llena de ritmo: desde villancicos tradicionales hasta nuevas versiones como esta que preparamos junto a San Andrés:
Y qué decir de la comida, aquí no nos limitamos a un menú básico; armamos un banquete digno de reyes: pavo jugoso, un chanchito horneado con arroz navideño lleno de pasas y nueces, ensaladas coloridas, tamales y unos ricos pristiños con miel para el postre.
Pero lo mejor de todo es la vibra. Aquí no se termina la fiesta después de la cena. El 24 de diciembre es para compartir, reír, cantar y bailar hasta que amanezca. ¡Y claro, amigos, vecinos y todos están invitados!
Y sobre los regalos, no importa si son grandes o pequeños, lo importante es compartir con nuestros seres queridos. Si tú estás buscando ya el tuyo, aquí de te dejamos algunas ideas y ofertas que no puedes dejar pasar:
El color de nuestra Navidad
Mientras los demás se quedan con rojo, verde y blanco, nosotros sacamos todos los colores del arcoíris. Las luces, los adornos, los pesebres… todo brilla en una explosión de creatividad. Porque si algo sabemos hacer, es darle vida a nuestras tradiciones.
Nuestra Navidad no necesita nieve ni renos. Lo que la hace especial es estar conectado con nuestra gente, el ruido de las risas, la música a todo volumen, y la emoción de estar juntos.
Conecta a tu manera esta Navidad
Por años hemos tratado de copiar la Navidad tradicional: Santa Claus sudando en centros comerciales, nieve artificial, y villancicos que ni entendemos bien. Pero ya basta, no necesitamos esa Navidad de cartón para sentir la magia.
Nuestra Navidad tiene todo lo que necesitamos: fiesta, música, comida y, sobre todo, el corazón de nuestra gente. Así que este diciembre, apaga el playlist de Jingle Bells y ponle cumbia. Guarda las decoraciones rojas y verdes y saca los colores vibrantes, porque aquí no celebramos una Navidad prestada, ¡celebramos la nuestra!