Es hora de cambiar: El tiempo de las mujeres cuenta #8M

    Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha clave para recordar la lucha por la equidad de género. No es solo un día de mensajes bonitos, sino una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentan millones de mujeres en el mundo y, específicamente, en Ecuador.

    Uno de esos desafíos es el tiempo. Parece algo sencillo, pero en realidad, muchas mujeres viven atrapadas en rutinas más largas y agotadoras que las de los hombres. Desde las tareas del hogar hasta los trayectos diarios y el crecimiento profesional, las mujeres enfrentan obstáculos que les hacen perder tiempo, limitar sus oportunidades y sacrificar su bienestar.

    El tiempo en casa: cuando las horas nunca alcanzan

    En muchos hogares ecuatorianos, las mujeres asumen la mayor parte de las responsabilidades domésticas. Según datos de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, las mujeres en Ecuador dedican en promedio 31 horas semanales al trabajo no remunerado, mientras que los hombres destinan alrededor de 12 horas. Esto significa que, después de una jornada laboral formal, muchas mujeres continúan trabajando en casa, lo que resulta en menos tiempo para descansar, aprender algo nuevo, hacer ejercicio o simplemente relajarse.

    El impacto de esta carga es evidente: un estudio del Banco Mundial señala que esta sobrecarga de trabajo limita el acceso de las mujeres a empleos bien remunerados y afecta su salud mental y física.

    Movilidad: el doble de esfuerzo para moverse

    Para muchas mujeres ecuatorianas, desplazarse no es tan sencillo como parece. Mientras que los hombres suelen tomar la ruta más rápida, muchas mujeres deben elegir trayectos más largos, cambiar de transporte varias veces o evitar ciertas zonas para sentirse seguras.

    Por ejemplo, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo señala que las mujeres pueden tardar hasta un 20% más en sus desplazamientos diarios debido a estrategias para evitar acoso callejero o zonas peligrosas. En ciudades como Quito y Guayaquil, el transporte público no siempre garantiza la seguridad de las pasajeras, lo que las obliga a optar por alternativas más costosas como taxis o plataformas de transporte privado.

    En el trabajo: subir la escalera con obstáculos

    A pesar de que muchas mujeres en Ecuador cuentan con estudios y experiencia, aún les cuesta más llegar a puestos de liderazgo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa de participación laboral femenina es del 52%, en comparación con el 81% de los hombres. Además, persiste una brecha salarial significativa: en promedio, las mujeres ganan un 20% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. Esta desigualdad no solo afecta su economía, sino también su motivación y desarrollo profesional. En el ámbito corporativo, solo el 5% de las CEO de las empresas más grandes del mundo son mujeres.

    Innovación y tecnología: un futuro aún desigual

    El acceso de las mujeres a carreras en ciencia y tecnología sigue siendo un desafío. En Ecuador, solo el 35% de los estudiantes en carreras de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son mujeres. Esto no solo limita su acceso a empleos mejor remunerados, sino que también frena la innovación, ya que la falta de diversidad en el sector tecnológico impacta la creatividad y el desarrollo de soluciones más inclusivas.

    Las razones detrás de esta brecha son múltiples: estereotipos de género, falta de referentes femeninos en el sector y pocas oportunidades para que las niñas y jóvenes se interesen en estas áreas desde la educación básica. Es fundamental fomentar la participación femenina en estos campos y garantizar que las mujeres tengan acceso a formación y oportunidades equitativas.

    ¿Cómo podemos contribuir todos para generar este cambio?

    El primer paso para cambiar esta realidad es reconocerla, pero también podemos actuar desde diferentes ámbitos:

    🏠 En el hogar: Redistribuir equitativamente las tareas domésticas y de cuidado, promoviendo una cultura de corresponsabilidad.

    👷🏽‍♂️ En el trabajo: Apoyar iniciativas de equidad salarial, fomentar el liderazgo femenino y crear entornos laborales más flexibles e inclusivos.

    🚌 En la movilidad: Exigir políticas de transporte seguro para todas y promover iniciativas de movilidad con perspectiva de género.

    👩🏽‍🎓📱 En la educación y tecnología: Motivar a más niñas y jóvenes a estudiar carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), visibilizar el trabajo de mujeres en estos sectores y garantizar igualdad de oportunidades en el mundo digital.

    🧑‍🤝‍🧑 En la sociedad: Cuestionar los estereotipos de género, apoyar leyes y políticas de equidad y educar a las nuevas generaciones con valores de igualdad.

    En Telefónica, sabemos que el tiempo es valioso y que la tecnología puede ayudar a cerrar estas brechas. Por eso, apoyamos iniciativas de inclusión, promovemos la flexibilidad laboral y trabajamos en proyectos que generen conciencia sobre este tema. Este 8 de marzo, hagamos que el tiempo juegue a favor de todas. Porque las mujeres han esperado demasiado. Es hora de equilibrar el tiempo y construir un futuro más justo para todas.